miércoles, 30 de septiembre de 2009

Hoy soy más Cacereño que nunca.





Cáceres se quedó a las puertas de la ilusión, no le valió la fuerza del abrazo de todos los extremeños, ni los versos de todos los poetas del mundo que la habéis apoyado, ni la ilusión que pusimos en este proyecto. Hubo alguien que decidió que no éramos merecedores de ese destino.
Agradecido a todos y sigamos caminando.